Hace más de 2000 años, unos magos salieron de oriente para llevarle regalos a un pequeño niño que había nacido en la ciudad de Belén. No sabemos sus nombres, ni si eran tres, tampoco sabemos si venían en camellos. Lo que si sabemos es que recorrieron muchos kilómetros para adorar a Jesús, el Hijo de Dios. La Biblia también nos cuenta que le llevaron regalos: oro, incienso y mirra. Esta bonita historia la podéis leer en el libro de Mateo, capítulo 2, versículos del 1 al 12.
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1 comentario:
Espero que los Reyes hayan sido generosos contigo, Cris. Te lo mereces por tu gran trabajo. Un abrazo, amiga.
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